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sábado, 14 de mayo de 2011

Un retrato de año nuevo



Iba a ser nuestro tercer año nuevo, y todavía no salíamos a alguna fiesta. La sensación de la juventud desperdiciada me hizo pedirle que este año fuera distinto, pero él prefirió salir con amigos. Me llamó a la hora en que debíamos juntarnos y me dejó plantada, hasta el instante en que, luego de mucho insistir, descubrí que ellos lo habían dejado abandonado, sin nada.
Tanta emoción había sentido aquella vez, creyendo que saldríamos al fin, que me coloqué una bella máscara plástica con plumas falsas, sin embargo ese día –el último del año-sólo pude llorar al verlo. Nuevamente un año nuevo arruinado, o más bien otra promesa rota. Intentó subirme el ánimo, me tomó una fotografía en la que estaba con mi máscara de carnaval, enmarcando los ojos hinchados y la desilusión.
Paso el tiempo y otras promesas se cumplieron, antiguas deudas se pagaron y un regalo recibí, el cual nadie supo apreciar más que yo. Un dibujo hecho en Excel, subido a internet de aquella foto, de aquel año nuevo, de aquella máscara enmarcando los ojos tristes, de aquella promesa rota, de aquel momento en done él, tras la cámara, rehízo la promesa con sí mismo...ahora recién comienzan nuestras vidas.

Ve el video en alta calidad con este link:
http://www.youtube.com/watch?v=gNHL8Bo5qlQ&feature=channel_video_title

jueves, 14 de mayo de 2009

Bestias políticamente correctas



Se define a la Naturaleza básicamente como la esencia de las cosas, sin embargo esto nos lleva a preguntarnos qué es esta Esencia de la que cuentan los elementos. Según los griegos la felicidad era el encuentro del hombre con la Verdad, el motivo de su vida era hallar esta Esencia, pues esta identificaba el punto exacto de explicación y definición útil de los objetos o criaturas, y derivaba finalmente en el nombre de estas.

Pero luego de esta idílica presentación sobre la Esencia de las cosas nos hallamos frente a un panorama desolador, pues encontramos en las palabras, las que podían ser la verdad, la abstracción de un observador que no pudo evitar someter al objeto observado a sus parámetros propios, digamos su cultura, sus intereses y hasta a su pasado; la búsqueda de la verdad ni para el ojo más limpio será exacta, pues antes de llegar a ella hay que auto-abandonarse como ser humano, y eso -como lo notarán-es prácticamente imposible.

Entonces ¿Existe la esencia? ¿Para qué buscar una naturaleza que, supuestamente, nunca estará ahí? Aquí ya caemos en la búsqueda de la respuesta a otra interrogante, la cual simplemente pareciese responderse con un buscamos la verdad porque nos llevará a la felicidad -aunque la historia nos ha enseñado que quien la busca encuentra todo lo contrario-. La felicidad individualista es un concepto inaceptable si rescatamos la idea de que esta es el encuentro con la esencia de las cosas…he aquí como la felicidad de uno se debe transformar en la de todos (pues buscamos lo mismo y, si la verdad fuese como afirman los filósofos una, única y unívoca, nuestros motivos de dicha también deberían serlo), y lo que parecía un gozo particular se transforma en una satisfacción social. La idea de la Felicidad se torna entonces en un problema filosófico y social, más aun si nos situamos en pleno siglo veinte, en donde la globalización comenzó a crecer como una plaga, comiéndose todo tipo de imagen humana a su paso hasta la actualidad.

Ya en este punto puedo presentarles a la no muy bien ponderada Política, la cual -desde su etimología- debe buscar el bien del pueblo, o como dije la felicidad de la sociedad. “Si únicamente por medio de la publicidad es como pueden lograr su fin, lo es porque se adecuan al fin general del público (la felicidad), y la tarea propia de la política es estar de acuerdo con este fin (hacer que el público esté contento con su situación).” Según esto si el pueblo afirma ser feliz -aun en desconocimiento de lo que significa realmente la felicidad- el gobierno es un buen gobierno, pues cumplió con su deber con la sociedad...

…Para que decir más sobre lo erróneo de esto si ya el mejor ejemplo está en el afamado libro “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, fiel representante de lo que las fuerzas capitalistas han tratado hacer para un mejor manejo de las fuerzas de trabajo; criaturas sin sentimientos condicionadas para trabajos predeterminados con capacidades, opciones y aspiraciones exactas, a sabiendas de que quienes desean más o pueden más serán explotados “Por bien a la patria” o ejecutados por representar una amenaza para ella. En definitiva podemos afirmar que la política, siendo que debe representar un bien para la sociedad, la ha degradado a ser esclava de los más banales fines económicos, utilizando los medios que esta supuestamente posee para informarse -medios de comunicación- para, literalmente, lavar el cerebro de quienes son sus esclavos -siendo que debieron ser sus participantes...”Desde que el pueblo es pueblo no ha gobernado nunca” (Coco Legrand), que más exacta puede ser esta frasecilla, pues el modelo dramático que representa con mayor exactitud la voz del pueblo -de los pobres- es la comedia .

Acá les presento el tema que me atañe, aunque creo que ni siquiera necesito presentarlo ya, pues el debate entre términos que desglosé en lo anterior me pareció fue bastante claro...

Cuando la política busca la felicidad de sus habitantes ¿Qué busca en verdad? Pues ya podemos afirmar con algo más de certeza que la que teníamos al inicio del texto, que busca la Verdad para sus habitantes, la Esencia... ¿La esencia de qué? Su propia esencia; la felicidad de todo un pueblo está estrechamente ligada a la naturaleza de su gente. Pero ¿Qué es entonces la naturaleza de su gente? ¿Qué es la Naturaleza humana?

Según los filósofos del siglo diez y ocho el hombre por naturaleza es malo, pues el hombre en su Estado salvaje actúa de manera en que sólo sus instintos básicos son suplidos, tales como el comer, el dormir, el reproducirse, el autoprotegerse, etcétera; y por tanto se torna una criatura básica con características antisociales; “La maldad de la naturaleza humana (…) puede contemplarse en su desnudez en las relaciones libres entre los pueblos (mientras que en el estado legal-civil aparece velada por la coacción del gobierno)” . También la definición clásica de la Naturaleza humana incluye características especiales para cada sexo, dando a entender que tienen una utilidad a la que deben servir más allá de cualquier otra condición humana; es decir, la mujer está hecha para procrear y el hombre para trabajar, por tanto una mujer infértil o un hombre paralítico pierden de inmediato su condición de mujer y de hombre, lo cual deja bastante en claro que no tiene ninguna lógica, pues el ser mujer puede arraigarse más a una condición genital; sin embargo la sexualidad va más allá de eso, ya que se tienen hoy en día registros psicológicos de personas que genitalmente son de un sexo y mentalmente son de otro. Pero ya este asunto puede ser desglosado con mayor prestancia en otra ocasión.

Si en verdad se quisiese encontrar la Naturaleza humana tendríamos que irnos a la etimología de la palabra: Ya sabemos que Naturaleza es la esencia de un objeto. Humano viene de humus -suelo-humilde “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra , porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás” , según esto todo ser humano tendría la condición de ser humilde, de rebajar su ego, de tener conciencia de ese ego y de sí mismo, de poder marcarse delimitaciones sociales y culturales a través del reconocimiento de ese mismo ego y, finalmente, de comprender que morirá y volverá a ser parte del suelo. Es decir, en la Naturaleza humana está la conciencia de sí mismo y del entorno.

Otra manera de denominar la Naturaleza humana es llamarla La naturaleza del hombre, por tanto también debemos desglosar la palabra hombre para completar nuestra definición de esta naturaleza que -a menos que mi teoría falle- todos debemos poseer. Hombre viene de la palabra griega prosopolón, la cual significa Criatura despreciable nacida para trabajar, en definitiva un esclavo. Es decir, el hombre es, por naturaleza, un esclavo, no importa si es del dinero o del ocio, un esclavo al fin y al cavo.

Sin embargo aun las palabras que tomamos para hacer el desglose son producto de gobiernos totalitarios antiguos de dos clases completamente distintas: Pues quien denominó Humano al humano lo tomó desde el texto bíblico, dando a entender que este era un siervo del Señor que debía humillarse ante Él, el Verbo, quien lo hace actuar; enseñándole que el mejor camino es el de la pobreza, quitándole a los hombres el anhelo de poder ser más de lo que son o de llegar a tener más de lo que tienen, dándoles la ilusión de que el Reino de los Cielos está para ellos cuando fallezcan, que desear en la Tierra es una pérdida de tiempo pues ese reino onírico de después de la muerte, en comparación con la vida terrenal, es eterno.

Hombre fue claramente tomado de una civilización muy distinta a la anterior, y a las que hay hoy en día, no podemos ni siquiera ubicarnos con holgura entre alguno de sus numerosos y sorprendentes eventos; en esa civilización las cosas eran muy diferentes, ya que las personas se dedicaban a otras cosas: Los hombres salían a las plazas públicas a hacer vida social, las mujeres se quedaban en sus casas a cuidar de los niños y los esclavos eran quienes hacían todo el trabajo para poder abastecer a sus amos en sus necesidades básicas, siendo el esclavo en definitiva un trabajador del Estado. En la Grecia antigua el ciudadano ocioso era que el que hacía progresar al resto de la ciudadanía, ya que con su tiempo buscaba todo tipo de teorías nuevas sobre matemáticas, ciencias, filosofía, etcétera; o simplemente lo dedicaba a las artes. Es notable la gama de elementos creativos de esta sociedad en comparación con las que vinieron después…hasta la actual; sin embargo podemos afirmar con el seño levemente fruncido que esto es porque en esa civilización se premiaba la creatividad, el hacer avanzar a las personas, pero en las actuales se premia la capacidad de producir objetos fútiles de mala calidad y alto costo, pues quien logre hacer que sus conciudadanos pierdan más dinero en tonterías sin sentido para regalarlo libremente a los magnates del mercado es equivalente al más poderoso héroe de la antigüedad. Sin embargo aquella época de supuesta gloria también está cubierta de un halo de desigualdad notable, la cual marcaba grandes brechas entre varones y féminas, esclavos y amos, que por una especie de selección natural fueron hechos para ser apartados y usados según sus capacidades.

Desde aquí ya nos enfrentamos nuevamente al desierto, lo que había parecido ser un oasis era un espejismo. La Naturaleza humana es un estado inconcluso de la palabra, derivada de civilizaciones que buscaron el poder por sobre su gente, y, a su vez, apartaron a otras civilizaciones que traían consigo ideas diferentes, protegiendo sus intereses propios a través de la monarquización de la palabra; pues, si bien recordamos, la palabra busca denominar la verdad del objeto, característica, acción y/o ser que nombra. Con más exactitud busca sacar a flote la esencia (una, única y unívoca) de lo nombrado. Entonces entendemos como ha sido que en la antigüedad se ha podido manipular con tanta facilidad a los participantes de la sociedad, pues toda la información es entregada en un código específico monitoreado y constantemente modificado por quienes tienen en sus manos el poder y, por tanto, la información.

Pero la interrogante persiste ¿Qué es la Naturaleza humana? ¿Cómo interpretarla y llevarla a cabo? Los parámetros que se habían establecido con anterioridad ya están destruidos, y ya no nos queda ninguno para salvar la idea de esta naturaleza, por tanto podemos concluir que esta no existe.

Por sobre todo aun se mantiene encendida la llama de la búsqueda del bienestar del pueblo por parte de la política, pero este era la búsqueda de la Esencia de su gente y, como ya vimos, la esencia de esta no existe; no hay motivo para la existencia humana más allá de las aspiraciones propias -tal vez- o la búsqueda de una felicidad momentánea y ambigua.

“La felicidad real siempre aparece escuálida por comparación con las compensaciones que ofrece la desdicha. Y, naturalmente, la estabilidad no es, ni con mucho, tan espectacular como la inestabilidad. Y estar satisfecho de todo no posee el hechizo de una buena lucha contra la desventura, ni el pintoresquismo del combate contra la tentación o contra una pasión fatal o una duda. La felicidad nunca tiene grandeza.” Afirmó Huxley en la década de los treinta, dejándonos como gran debate si podemos decir, como pueblo, si somos felices. Con la modernidad se priorizó el individualismo y la pregunta cambió… ¿Soy feliz?... ¿Eres feliz…?

sábado, 8 de noviembre de 2008

Lágrimas de mujer


En un principio los clanes se paseaban por el mundo, hasta que las civilizaciones fueron establecidas por las mujeres, las cuales buscaban la seguridad de un hogar alejado de las bestias salvajes, la estabilidad que brinda el conocimiento y fuentes de recursos necesarios para la vida; fueron ellas quienes cultivaron para vivir, las precursoras del principal progreso. Sin embargo el hombre, a punta de su lanza brutal, pensando siempre en su fuerza viril y su poder fálico, se apropió de lo hecho por las féminas agregándole la nunca bien ponderada urbe…la guerra y la explosión demográfica por el uso de su fuerza viril y su poder fálico respectivamente. Desde este punto las mujeres se vieron obligadas a permanecer en las casas con los niños dándole aliento a un hombre para que saliese a buscar el sustento familiar (si no fuese así de seguro él no lo hubiera hecho y ellas, al igual que las leonas, hubieran tenido que salir por alimento a la jungla de cemento.)
Pronto comenzó a avanzar la tecnología, las décadas pasaban dejando sus pesados rastros históricos. Las damas, cual criminales, eran anuladas de aquella historia de la que tanto se jactan las naciones. Los varones comenzaron a perseguir ese avance tecnológico como si este tuviera vida propia, dejando de lado la verdadera idea de crear vida. La familia fue muriendo lento, aún sangran las familias de padres escurridizos…de padres ausentes. Los hombres, con la excusa de que la familia es una barrera para alcanzar los sueños, huían a toda velocidad al oír el llanto de un bebé o el tintineo de los anillos dorados. Las madres solteras aumentaban ante los varones buscadores de libertad falsa y placer momentáneo.
El Padre supremo, Dios, comenzó a caer hasta tocar el más profundo de todos los fondos frente a estos padres inexistentes como tutores. Desde aquí se perdió el sentido de búsqueda de la perfección, los Santos de ahogaron junto con Jehová. La nueva idea de santidad, del hombre perfecto, se tornó sobre Superman, y hay que entender que la irrealidad de esto aturde a los neo-soñadores, lo que vuelve a la sociedad en un caos existencial (él cual podemos percibir con facilidad y sobre todo en el arte actual.) El hombre perdió su alma, ya que dejó de buscarla (la religión de Superman no exige una), pues a creencia de los antiguos el alma se debe ganar a través de la búsqueda espiritual y filosófica.
La vida se aceleró conforme a la tecnología creciente y la Felicidad se fue hundiendo, quedando aplastada por los Placeres superficiales, que es lo único que permite la falta de tiempo en la vida actual. El sentido de la vida fluctuó hasta ese cruel punto, pasó desde el ser feliz al tener una buena vida. Los jóvenes, envueltos en el caos, ya no buscan perseguir sueños para ser felices, sino que buscan poder para ser Superman; pero el error tiende a dirigirse al significado, los poderes de Superman son sobrenaturales, el poder buscado por los hombres es físico, verdoso y flexible. Los jóvenes buscan tener trabajos que les llenen los bolsillos de dinero, ya que el dinero es el poder supremo…el siervo traidor, el amo explotador, el arma destructora, la religión del caos.
De Superman pasamos al Hombre verde (el billete), ese enorme e iracundo que sólo reacciona irracionalmente para saciar sus impulsos bestiales, sus placeres momentáneos. Al comienzo la sensación de placer se confunde con la de felicidad, pero después de que experimentamos la felicidad real notamos que no son iguales: El placer es algo momentáneo que te desconecta con tu vida (una pequeña muerte para quienes lo deseen), pero la felicidad no te desconecta con tu vida por un momento, ya que es la vida misma, y tarda en desaparecer lo mismo que esta. El placer pequeño y sano es un buen complemento, pero siempre se debe buscar al corazón para que reaccione en conjunto con la cabeza…entre la mano y la cabeza siempre debe mediar el corazón.
Sin embargo buscarle el ritmo a la vida para hallar la felicidad frente al placer fácil y destructivo de lo anatómico, la mente o el corazón es demasiado para quienes han crecido sin una imagen paterna; el mundo entero ha quedado deficiente de felicidad al perder el Pasar del Tiempo (que es la idea suprema de Dios, lo que él tiene que los hombres no poseen…la eternidad). Entre estaciones no hay diferencias, pero en aquel mundo creado por las mujeres en un inicio sí había; el paralizante invierno, el lerdo otoño, la activa primavera y el ardiente verano. Ahora son iguales, la diferencia está en si salir con bufanda o no. La misma tecnología acelerada ha destrozado las etapas del cielo con el calentamiento global ¿Dónde está Superman para rehabilitar a la Tierra? No hay un Superman, sólo está el Gigante Verde acompañado de Tío Sam, pero están ocupados.
Y he aquí que las mujeres se han quedado solas (y digo las mujeres pues las adolescentes siempre hallan algún degenerado que satisfaga sus instintos de jóvenes ansiosas de poder y placer). Las madres solitarias comenzaron a buscar empleos ya en época de guerra (Primera Guerra Mundial), ya que los hombres o fallecían en la guerra o eran como los marinos que besan y se van. La civilización comenzó a cambiar para acoger a estas revolucionarias, pero la acogida dada era y es aún una acogida falsa. Los empleos permitidos a las mujeres eran aún más agotadores y peor pagados que los masculinos (que se jactaban de ser más fuertes y poder hacer más) ya que los empresarios descubrieron que las mujeres trabajaban más y mejor aceptando mendrugos suficientes como para vivir. También encontraron en ellas objetos sexuales capaces de mucho por alimentar a su familia (el amor de una madre no tiene límites en la desesperación).
Para peor los hijos de las madres solteras, en su mayoría, dejan la escuela para poder ayudar en la casa con el sueldo miserable de otro trabajo mal valorado y sobre explotado. Finalmente, escapando de la ruina fortuita, los jóvenes abusan de estimulantes placenteros y destructivos (sin importar las condiciones económicas sorprendentemente) y dejan de notar en esa mujer, a la cual llamaban madre, a una autoridad, sino que ven a una pobre miserable que cayó en el juego del Sistema, el cual busca que ella deshaga sus huesos en trabajos sobre exigidores y mal pagados soñando el descansar de vieja, pero sin lograr hacerlo; trabajando día y noche para alimentar la boca de los verdaderos poderosos, los Hulkes contemporáneos. A imagen de esto los jóvenes encuentran en sus madres a unas traidoras de la esperanza, lo que los hace perderla a ellos también.
Los verdaderos Hombres Verdes están envueltos en bandas presidenciales. Hombres buscando, en su afán de grandilocuencia, crear más avances del dinero. Los recursos del mundo se agotan sin piedad de quienes los usan, pues quienes usan los recursos los hacen volar por imaginaciones sobre valoradas, hasta hacerlos desaparecer para hacer aparatos inútiles que nos vuelven aún más individualistas. ¿Acaso no nos aparta del mundo ir por la calle escuchando alguna pieza musical que los demás no están escuchando? ¿No nos consume un juego de video portátil? ¿Por qué preferir nuestra faceta en una realidad virtual de un juego de rol que la de la carne misma? ¿Buscar el individualismo sin descanso no nos vuelve ego maníacos insatisfechos? ¿Podemos considerar humana esta existencia entonces?
Ser humano significa ser humilde (no ego maníacos ni individualistas), pues humano viene de humilde y humilde viene de humus, suelo…del polvo eres y al polvo serás. Ser humano entonces significa tener conocimiento de que moriremos, pero va más allá; es el saber que somos todos iguales, la felicidad va de ese conocimiento; es el saber que la vida es lo único que poseemos y que es un simple instante, que apegarnos a este plano existencial no nos lleva a nada; es el saber que lo físico es placer y dolor, pero que es sólo superficie; es el saber que lo único que vale la pena es ser feliz…he ahí el motivo de la vida, la razón de la existencia (que no es procrear como tantos afirman, pues ya no se utiliza el contacto sexual para eso, preferimos el óvulo congelado o el banco de esperma), la felicidad es lo único que nos podemos asegurar, aún cuando nos ataque el Equilibrio Kármico.
Sin embargo lo físico nos a separado de la vida misma, preferimos poseer oro a amor. Compramos amor falso y nos consumimos el oro, ya no queda oro en esta Tierra, así que del oro en sí se pasó al “oro negro”, pero siempre lo vital lo dejan al final y se dan cuenta de su importancia cuando lo pierden. Pronto al agua la llamarán “el oro cristalino” y a la mujer “el oro del alma”. Los hombres se acabarán todos los recursos en su afán destructivo y consumista, pero ya no tendrán mujeres que los consuelen ni hijos que los admiren…no alcanzarán las lágrimas de mujer para volver a llenar el vacío de los océanos.

Los recuerdos cautivados



Nuestros recuerdos son una oleada perturbadora que se bloquea o persiste conforme a su importancia, gravedad o futilidad. Cada uno de ellos se mantiene, destrozando los momentos presentes, los cuales no cobran importancia hasta que se vuelven recuerdos.
¿Acaso nosotros aprendemos algo de estas extensiones del pasado? Tal vez, pero pocos son los que lo hacen. Así que lo único que considero una creencia valiosa, aún más allá de un Dios, un Demonio o de un título universitario es que, lo único que poseemos en nuestra totalidad, con una desbordante individualidad, son nuestros recuerdos.
Ellos no son lo que somos, sino que son eventos recreados de acciones del pasado, un circuito de imágenes insondables que no podemos cambiar, sin importar la habilidad mental que poseamos. Sin embargo, al sentarnos a analizarlos descubrimos toda clase de puntos de vista e intenciones escondidas debatiéndose sus observaciones, para alcanzar su puesto principal en nuestra memoria.
Hay un punto en el que la consistencia de algunos recuerdos es rebasado por las experiencias posteriores, lo que luego puede tornarse un problema para quienes los poseen. Éste es el caso del cuento “El Cautivo” de Jorge Luis Borges, en donde el protagonista, ante la revelación de los objetos y las personas representantes de su infancia, decide regresar a lo que representa su pasado más cercano y mayor parte de su vida, el desierto.
En conclusión los recuerdos son representaciones de nuestro pasado que, en ocasiones, evocamos tratando de aliviarnos o de comprender nuestra estancia y situación actual. Los recuerdos son partes de nuestro pasado y quien no tiene pasado no a vivido.

martes, 26 de agosto de 2008

Cuando pasamos La noche boca arriba


“La noche boca arriba” de Julio Cortázar, consiste, dando sólo una síntesis de sensaciones, en la mezcla del sueño de un hombre y como este sé liga a la realidad. Los sucesos que él vive lo dejan sumido en un terror que lo envuelve y lo confunde, pasándolo a estados de ensoñación constantes, y tan marcados que –da la sensación- estos lo llevan a una muerte aparente, mientras él vive otra.

Simplemente quiero entregar una idea que me surgió de esta lectura; y es que todos estamos en constante estado de ensoñación, como buscando en nuestras mentes aquel paraíso idílico que se nos figura en los medios de comunicación con playas paradisíacas, hombres y mujeres bellos, bronceados y bien aceitados, música ambiental y ¡Un precio de oferta! Si lo piensan ¿No es lo mismo? Vendemos nuestras ideas en base a esa realidad que se nos figura como perfecta, pero luego descubrimos que sólo es un truco para continuar exprimiéndonos toda la materia gris que podemos producir. Al final hacemos uno de los sacrificios más potentes por una ilusión que nunca tocaremos, donamos nuestras mentes al dios sistema.

Pero también hay quienes tratan de escapar. Los deseos de vivir son más fuertes que los de sobrevivir. El verdadero valor del dinero, la familia, los amigos, el título profesional, la fama y todas aquellas cosas toman se verdadero peso cuando buscamos el motivo de nuestras vidas, volviéndose tan ligeros que se escapan de nuestras manos y espaldas.
Luego de esto nos llega la imagen de las cuerdas que nos atan a la Tierra –tal vez sean las supercuerdas de la sobre vivencia- : Los sueños verdaderos…expresar lo que pienso, pensar en lo que siento, sentir lo que expreso, expresar lo que pienso, pensar en lo que siento,…
Es increíble el notar como un sueño tan frágil como sentir puede, en esta sociedad, transformarse en un pesado lastre que te arranca de este mundo y te lanza al fondo del río, donde no hay ala que te sirva para elevarte.

En síntesis, el cuento “La noche boca arriba” es un reflejo de cómo nosotros tratamos de forjar un sueño utópico que gire en torno a la felicidad, pero acabamos forjando una realidad que, a través de ideas e imágenes, nos muestra las carencias de nuestras “verdadera realidad.” Y quienes logran escapar al juego de la sociedad, el cual te encajona en ambas, acabará como sacrificio social ante el monstruo destructor llamado sistema.

Revelaciones de nuestros amores


El amor es algo hermoso, que se refuerza en el corazón joven, donde la mente es una cordillera nublada y confundida, fría en sus nevados pensamientos…eso es el amor, un velo que nos cubre los ojos ante lo malo, un incentivo a los sentimientos adormecidos al gran despertar, un calmante a aquella razón que nos aqueja de odio y nos provee de información.

Más aún la juventud rebasa el sentido de las relaciones maduras, permitiendo el engaño y la falta por supuestas razones anatómicas y psicológicas. Toda esa basura referida por bailarines o comentaristas de espectáculos –ninguna autoridad en términos médicos- son sólo patrañas para quitarle importancia a las referencias morales que pueden mantener la relación en el punto más alto de lo que es llamado amor: El respeto, la comprensión, la aceptación…la felicidad.

¿No son acaso sólo patrañas la famosa “crisis de los cuatro años”, esa que afirma que a aquel punto de la relación se acaba el amor?¿No es sólo una mentira eso de que “el sexo con una mujer es como respirar”?¿Se puede decir con libertad que “hacer un trío” no es sólo una fantasía infantil?¿No es sólo arte de convencimiento el mostrarle a los hombres su propia sexualidad como un hecho muy simple y a las mujeres como uno altamente complejo? Si estas “autoridades” afirman todo esto con la certeza que tiene un evangelizador de la existencia de su dios, ahora yo les pregunto: Si a los cuatro años de tener una pareja estable sé acaba el amor hacia esta ¿Cómo puede haber parejas de más de diez años que aún se sigan amando? ¿Serán locos o seniles? No lo afirmo solamente porque estas parejas dicen ser felices, sino porque uno nota en su convivencia lo bien que encajan el uno con el otro, esa es la rutina de ver y amar a otro ser; si es tan esencial el sexo con una mujer ¿Para que existe la masturbación como medio de autocomplacencia?¿No es sólo esta una maldita frase para engañar a la pareja cuando ella, por cualquier razón (viaje que los separa, enfado, enfermedad, hospitalización, etc.), no puede mantener una sexualidad activa?¡Falta que den la excusa de, si se masturban, les saldrán pelos en las manos! El tener una pareja implica estar con ella en las buenas y en las malas, sería injusto que uno se satisfaga con otra persona, mientras la pareja respeta el hecho infinito de hacer el amor sobre el sexo, y peor sería si uno se satisface por otro lado mientras el otro está imposibilitado de sentir placer propio; ¿El “trío” acaso no daña la privacía de la pareja? Esos rostros que sólo ellos han visto, esos sonidos que sólo ellos han escuchado quedan expuestos. Literalmente la belleza de la PAREJA queda rota, expandiéndose en su totalidad como una alfombra, lista para “pisar”, pero que nunca será limpiada. La complacencia en este acto puede acabar destruyendo la unidad de la pareja. Esta es sólo una fútil fantasía que surge en los hombres a los quince años, la cual se destruye cuando se alcanza el estado de madures; Si la sexualidad masculina es tan simple ¿Para que necesitan ellos dos puntos G y, para agravar, en lugares tan recónditos? Cuando la pareja se dedica a explorar su sexualidad en serio, es decir tocando y acariciando todo el cuerpo –no necesariamente explorar es disfrazarse, eso es para las parejas que ya se han explorado- , puede descubrir como miente la sociedad, pues la mujer es más simple de lo que le han enseñado en su infancia y el hombre es más complejo de lo que ha aprendido explorando –pues al hombre no le enseñan suficiente sobre su propia anatomía, y si lo educan en esta área él no pone atención, pues no le crean una responsabilidad paterna desde pequeño, lo cual, si fuera hecho, lo podría hacer un HOMBRE RESPONZABLE en el futuro-.

La pasión puede destruir la permanencia de la pareja, pues derrama por los sentidos al pensamiento, todo se vuelve inestable desde ahí. Cuando el deseo se va la pareja se termina desintegrando. Con todo esto podemos concluir que una relación madura es un equilibrio entre la razón y los sentimientos, sazonado todo con tiempo, aceptación y convalidación, pues entre la mano y la cabeza siempre debe mediar el corazón.

domingo, 22 de junio de 2008

La barrera del odio


El odio es una enredadera apretada que crece por nuestras almas, aprisionando lo que nos queda de humanidad bajo hilos de ideas sadomasoquistas. "Te odio" repites una y otra vez contra el viento, como si eso fuese a aliviar algo que pesa de por sí sólo. "Te odio", sabes que la frase lo hace crecer en tu interior, pero el gusto de odiar es tentador. "Te odio" dices disimulando el olor a pecado que emana de tu aliento al repetirlo. "¡Te odio!" gritas, odiando más que cuando empezaste a decirlo. "¡¡TE ODIO, HIJO DE PUTA!!"...es como la sal de una costra vieja que se sale de su orbita, perdiéndose en la multitud, más adentro, ya no la ves, ya no está. Tu odio se ha fugado, pero sigue ahí, buscando venganza.